martes, 3 de agosto de 2010

Final

Aquí otra historia :B !
Creador: Kakii y Seba (esta vez más Kakii que Seba xD)
Tema: un poco de horror.. o drama.. yo que se ! pero es gore n.n
Aviso: Esta historia es nuestra.. no intenten robarla !!

Oo_oOo_oOo_oOo_oOo_oOo_oO
Se hacía de noche, y los pétalos de la rosa caían lentamente hasta el suelo. La flor yacía muerta sobre el florero, al igual que el antiguo amor que ambos poseían.
Ese lugar cada vez se veía más triste, más sucio, más roto… Ella solo quería olvidar, y él… él solo quería cambiar.
Ella tomó el cuadro donde aparecían ambos... pero sólo logró que el vidrio se trisara más. Soltó una lágrima, al ver la foto de ambos con el vidrio roto justo por la mitad, separándolos.
De la rosa cayó el último pétalo y, de sus ojos, la última lágrima. Todo había terminado
Él comenzó a caminar, deteniéndose a la salida. La miró con desdén y se fue. Ya no tenía sentido seguir en ese lugar. Ella apartó su mirada de la puerta. Mientras él salía por esta, la tristeza la comenzó a consumir lentamente. Se tiró al suelo y el llanto la invadió por completo… Lloró hasta quedarse sin fuerzas.
Yaciendo ahí, en el suelo, demacrada por el llanto, solo una idea pasó por su cabeza: la muerte del ser que tanto dolor le había causado… más bien la muerte de los 2 que la habían engañado.
Se quedó estática, con la mirada perdida, mientras su mente pensaba en cómo les haría sufrir, en cómo les haría sentir lo que ella sintió…


Mientras, él probaba por primera vez en mucho tiempo su olvidado vicio, sentado en una banca. Quería olvidar… los recuerdos le dolían demasiado. Y la manera más efectiva de hacerlo era ahogándolos en alcohol. Pero el alcohol no le bastaba. También saco una pequeña caja de su bolsillo y se puso un cigarro en la boca. Así pasó un rato, intercalando la botella y el cigarro. Cuando ambos se acabaron, comenzó a caminar. Necesitaba hacer algo que lo distrajera de los tristes pensamientos que, de un momento a otro, le volvían a la cabeza. Al parecer, sus vicios no le funcionaron como él pensaba.


Mientras tanto, ella seguía planeando lo que haría. No necesitó mucho tiempo para decidirlo. Primero visitaría a la mujer que se lo había quitado todo. Se lavó la cara y salió. Caminó con pasos lentos hasta que llegó a la casa de ella, que estaba cerca de la suya.
Toco la puerta unas tres veces hasta que le abrieron. Con una notoriamente falsa sonrisa le dijo que deseaba hablar con ella. La mujer desconfió un poco, pero la dejó pasar.
Apenas se cerró la puerta, la dueña de casa sintió algo frío en su pecho. Había sido apuñalada. Pero no se detuvo ahí. La otra mujer sacó el cuchillo y siguió apuñalándola hasta dejar su cuerpo desfigurado y el suelo inundado de sangre.
De repente alguien tocó la puerta. Era él que, luego de mucho dar vueltas, venía a ver a su amante. Vio que la puerta estaba abierta y la abrió. Al mirar hacia adentro, encontró a su antigua pareja con los ojos desorbitados, con un cuchillo en la mano.
Ella gritó q lo amaba, pero él no parecía escucharla. Estaba pálido del miedo. Le pidió que soltara el cuchillo. Ella lo dejó en el suelo y se alejó. Luego él lo tomo lentamente. Miró el cuchillo lleno de sangre y una gota resbaló por él, llegando hasta el suelo. La siguió con la mirada hasta que se topó con algo que no había visto. No sabía lo que era... pero logró descubrirlo al reconocer el collar que él le había regalado.
En un ataque de locura, al ver a su nuevo amor de esa manera y haciendo caso omiso a los gritos de ella, se clavó el cuchillo en el pecho.
Ella miraba cómo su primer amor caía al suelo, lentamente, sobre un charco de sangre cada vez más grande…
Corrió. Ahora solo quería olvidar...corrió hasta su casa, subió las escaleras y contempló por última vez el cuadro roto en el que ambos se encontraban. Eran tan felices, todo era perfecto…
En ese momento sintió un gran dolor en el pecho. Era insoportable, tanto que casi no le permitía seguir viviendo… pero luego desapareció, siendo reemplazado por una risa enfermiza. Partió siendo un pequeño murmullo, pero con el pasar de las horas se convirtió en una diabólica carcajada.
La risa continuó durante algunas horas cuando de pronto todo se volvió oscuro.


Pestañeó varias veces. De a poco, su visión se volvía nítida, pero todo estaba blanco. Al poco tiempo descubrió que estaba atada a una camilla, lo que la dejaba inmovilizada. Gritó con fuerza.
Una persona se acercó a ver cómo estaba. “¿Estás bien? te escuche gritar desde afuera"
Ella no lograba verlo. Trató de identificar de quién era la voz, pero no recordaba nada. Y eso le daba mucho miedo. Intentó escapar, pero las ataduras de sus pies y sus manos eran muy firmes.
La voz volvió a hablar. "Tranquila, aquí está tu solución". Sintió un pinchazo en el brazo y comenzó a ver todo borroso otra vez…


Volvió a despertar, todo seguía igual de blanco. Ya no se encontraba en una cama, pero seguía sin poder moverse bien. Ahora un extraño chaleco la amarraba.
Y día tras día pasaba encerrada. La realidad y la fantasía se mezclaban cada vez más en su cabeza, hasta que un día, ya no supo decir qué había pasado y qué no. Llegó a acostumbrarse al lugar, exceptuando por un detalle: todo era blanco. El blanco le volvía loca. Lo único que deseaba era que alguien manchara la pared, preferentemente de un rojo. Rojo... rojo... ROJO. Su mente no pensaba en nada más.
Y en sus sueños se repetían las mismas escenas: los pétalos de la rosa volvían a caer, la foto se volvía a romper, la puerta se volvía a cerrar…


Unas semanas después, la policía entró a buscarla para comenzar el juicio. Toda la corte estaba impactada. No lograban entender su comportamiento; les parecía inhumano e inaceptable.
Cuando le preguntaron por qué lo había hecho, ella solo dijo una sola cosa. "Se lo merecían". Ni una lágrima rodó por su mejilla, ninguna otra palabra salió de su boca. Sólo pudo escucharse la misma risa enfermiza que cada noche se escuchaba desde su habitación.
El juez la condenó a muerte y la risa se intensificó. Apenas se escuchó el martillazo, la policía la arrestó y se la llevó a la fuerza. Ella no dio mucha resistencia y, al último segundo, sacó su lengua. Todos estaban sorprendidos, algunos incluso ofendidos. Iban a tomarla en brazos cuando ella se cortó la lengua de una mordida. El dolor hubiera sido suficiente para desmayarla, pero otra sensación estaba impresa en su cabeza: la redención...
La sangre salía a borbotones de su lengua cortada y comenzó a ahogarla. Su risa se fue intensificando, dándole espacio al líquido para seguir adentrándose en su garganta. Siguió así hasta que ya no pudo reír más. Había muerto.

Oo_oOo_oOo_oOo_oOo_oOo_oO

Comenten !! ya saben, no necesitan tener cuenta n.n

4 comentarios:

  1. Imoutoooo!!! y seba XD está muy buena buenisima la historia, me gustó muchisimo. Sigan escribiendo, lo hacen muy bien n.n

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  2. jajaja gracias por el comentario, no te preocupes, seguiremos n.n (seba)

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  3. bueno le di unos consejos a la kakii para que mejoraran~
    eso! :D
    está buena la idea~
    sigan escribiendo!~

    (Saldi*~)

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  4. Bueniiisimo :3 me encantó... me gustaría saber si tienen más historias, es que están muuuy buenas *-*
    Sigan así:)
    *Danip*

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